Raúl Sales Heredia Heredia
Palabras Altisonantes
Raúl Sales Heredia
Tiene una formación como Contador Público, y se ha desempeñado en diversos campos que van desde la docencia, hasta la consultoría financiera, pasando en diversos momentos por el periodismo. Actualmenet es vicepresidentre de la Fundación Avanza y Presidente de COPARMEX Campeche.
@RSalesH

Pedir

Voces, Viernes 3 agosto, 2012 a las 8:55 am

Pedir, pedir, pedir. Lamentablemente somos unos pe­dinches. Es más, estamos tan acostumbrados a pedir que incluso cuando nos están dando una explicación de por qué no se puede, cerramos nuestros canales auditivos y una vez terminada la explicación, pedimos de vuelta.

Es un ciclo egoísta y perjudicial en el que nos acos­tumbramos a extender la mano para satisfacer una ne­cesidad inmediata y nos olvidamos de nuestra propia búsqueda y no conformes con pedir, también nos en­canta victimizarnos y justificarnos. Le echamos la cul­pa a la mala suerte, al compadre, al vecino, al gobierno, a la crisis, a la Selección mexicana, en fin, culpamos hasta al ratón de los dientes con tal de no aceptar nues­tra participación en la “desgracia”.

Así que primero nos victimizamos, pedimos, nos justificamos y nos victimizamos otra vez. Es un ciclo perverso del que se obtiene (si tienen suerte) ayuda gubernamental, dinero, favores o incluso, “atajos bu­rocráticos”. Pero adicional al perverso ciclo mencio­nado y como colofón al mismo, tenemos que no sólo no agradecemos, sino que sentimos como obligación el que nos den o nos atiendan. La gratitud es una virtud en vías de extinción.

Desde pequeños nos enseñan a dar las gracias pero creo que en el proceso de crecer dejamos de produ­cir la enzima de la gratitud y producimos en exceso la de gandulería olvidándonos de ese buen aprendizaje. Dice el dicho que si quieres perder amistades hazles un favor.

Nuestra capacidad de independencia, de resolución de problemas y de innovación se está atrofiando por el simple hecho de extender la mano y victimizarnos, pedir y justificar. Nuestro país se sume en una parálisis que si bien se la achaco al Congreso de la Unión en su mayoría, ellos solo son una muestra representativa de lo que somos como sociedad por lo que es culpa mía también.

Un ejemplo claro en estos momentos en que nues­tra ciudad es una “Venecia lunar” (o nos inundamos o nos vamos a un bache) lo tenemos en nuestro coraje por los huecos del pavimento, pero ni por asomo se nos ocurre recoger la basura de las calles para impedir que tape el alcantarillado provocando inundaciones y por consiguiente la erosión de la carpeta asfáltica. No, es sencillo sentarnos a ver cómo se hace más grande el bache y criticar en lugar de buscar una solución junto con mis vecinos. No exculpo al municipio, pero tam­poco puedo sentarme a ver lo que le pasa a mi ciudad y quedarme sin actuar.

Así como nuestra gratitud se hace pequeña, así tam­bién se hace nuestra capacidad de dar. Ojo, dar sin es­perar nada a cambio, no dar porque me lo pidan o me lo exijan. Nuestra capacidad de dar nuestro tiempo, nuestro trabajo, bueno, el hecho de aconsejar y acom­pañar ya es un logro en una sociedad que cada día se vuelve más y más retraída.

Francamente, extraño el pasear por la calle y escu­char el “vayabien” en lugar de sentir una desconfiada mirada.

Que tal si en lugar de pedir empezáramos a dar. Nuestro tiempo y nuestro esfuerzo. En unos años nuestra actitud sería otra, nuestro gobierno planearía de manera transexenal y en lugar de pedirle este esta­ría dándonos.

Suena utópico, pero solo lo suena porque no podemos vislumbrar a todos haciéndolo. Olvide­mos a los demás, hazlo por tí, y por tus hijos, da tu tiempo y tu esfuerzo por los demás, únete a una campaña de preservación, planta árboles, platica con tus vecinos, juega en los parques con tus hijos y sobrinos, sonríe, beca a un chavo, limpia el terreno baldío, pinta bardas grafiteadas, recoge la basura de tu calle, arregla tu mofle, visita un asilo, aprende a tocar un instrumento y toca para los demás, di siempre la verdad.

No pidas y concéntrate en dar.

  • http://www.facebook.com/cecilia.rivero.98 Cecilia Rivero

    muy cierto lic, deberiamos de empezar por uno mismo, como ciudadanos por nuestro bien y el de nuestros hijos, nuestra ciudad y planeta fueran diferente….ahhh pero que egoista somos!!!