LOS CUATRO. Es un hecho que nadie debe regatearles. La gestión de los diputados federales y senadores de Campeche ha escalado a un momento sin precedentes, y es de reiterarse, nunca antes legisladores campechanos, y no solo priistas, han representado con tanto éxito al estado. Posiblemente el del sábado sea el último informe que veamos de todos juntos, y esperemos que así sea, el formato es largo, largo y aburrido. Aún así es preferible a la opacidad con la que legisladores anteriores han pasado casi desapercibidos por ambas cámaras.
El formato de todos juntos, fue idea de la presidenta del PRI, Ana Graciela Crisanty, cuando hace un año a estas fechas acordaron hacerlo en paquete. Al menos, en el sureste, ningún otro estado reúne a todos sus diputados para hacerlo de conjunto. El viernes lo hizo solo Raymundo King en Chetumal, el sábado realizó solo su informe Mauricio Sahuí en Yucatán, estados con más diputados federales que Campeche.
En el de Campeche asistieron todos, o casi, fue notoria la ausencia de la mayoría de los secretarios del gabinete estatal. Los nombres más mencionados, el del gobernador Fernando Ortega, y el del Presidente Enrique Peña Nieto. El informe mejor estructurado, aunque el más largo, fue el de Rocío Abreu, hace un año, su informe fue también el mejor de la maratónica sesión. El más aplaudido, el diputado Alejandro Moreno. Doña Elvia, la que más iniciativas ha presentado en la Cámara de Diputados, y Landy Berzunza, aún con problemas de oratoria, ha sido la que más ha crecido de los cuatro en esta experiencia legislativa.
Al senador, Raúl Pozos, le fue primero. Alejandro Moreno, en una clara postura de civilidad política, hizo referencia a él de manera “especial”, le siguió luego el coordinador de diputados, Manlio Fabio Beltrones, y por último, el gobernador Ortega Bernés.
Fue importante la presencia de Silvano Aureoles por dos cosas, porque es del PRD y porque es el presidente de la cámara en estos momentos, pese a usar un discurso no aterrizado al caso particular de Campeche y no perdió oportunidad ante los 4 mil asistentes para promover a su partido como una tercera opción viable.
Fue un evento político, un buen ejercicio, con pocas referencias a la política local, salvo los momentos en los que se insistía en que Campeche tiene un futuro prometedor, no hubo destapes, ni excentricidades, fue civilizado, larguísimo pero ordenado. Allí estaban Renato Sales, Raúl Pozos, Aracely Escalante, Ana Martha Escalante, Oscar Rodríguez y hasta el ex gobernador Salomón Azar, aún con las diferencias que tiene con dos de los que rindieron su informe, y no su persona, pero sí con lo que ellos representan.
La parada quedó alta, y alta para los próximos diputados federales que tenga Campeche estén a la altura de esas circunstancias. Que informen, que rindan cuentas, y que cada uno, en su estilo y formato, pueda difundir su trabajo. Los cuatro diputados federales tienen aspiraciones, los cuatro, ya hicieron su trabajo, ahora le resta mantenerse trabajando cinco semanas más en lo que levantan la última encuesta a principios de diciembre, semanas importantes y definitivas. Si bien no son definitivas, nadie pasa por alto que los resultados de una encuesta estará sobre la mesa, por eso, solo les queda seguir trabajando, trabajando y rezando.
EL DESTAPE. Cuando a mediados del 2002, en el entonces restaurante Cactus, del malecón de la ciudad, Aracely Escalante llamó a una conferencia de prensa para anunciar que renunciaba a buscar la candidatura a la gubernatura, hubo algunos sorprendidos. Una ola de rumores se desataron. Desde entonces, Escalante ha tenido la gubernatura en la mira y ha buscado la oportunidad para hacerlo saber. Prudente como es, parece regla federal, se expresó en los mismos términos que Renato Sales, “a todos nos gustaría gobernar el estado”. Salvo algunos cercanos a la entonces senadora, pocos supieron las verdaderas razones. El PAN buscó a Aracely para lanzar su candidatura, tenía dos cosas a favor, era carmelita y estaba bien vista por los ciudadanos de todo el estado, era la carta fuerte. La senadora se quedó en su lugar, en su partido, y siguió siendo fiel a su militancia. Las negociaciones y propuestas del PAN se extendieron pero no prosperaron.
Por eso el PAN anunció candidato dos meses después que el PRI, el elegido sería otro carmelita, Juan Carlos del Río, quien, pese a lo desconocido que era en el ambiente político, resultó ser un excelente candidato.
Doce años después de ese episodio, Aracely está de vuelta, de vuelta, convencida que debería ser una mujer, pero dispuesta a apoyar al menos a otros dos aspirantes, de los otros cuatro.
Hay muchas razones para que sea considerada, pero si alguien de los aspirantes conoce bien los andamios de la política es ella, y si no es elegida, sin duda, si a alguno le darán una explicación, será a ella. Al tiempo.
REPERTORIO.
-Al menos tres aspirantes se reúnen con frecuencia para comer o cenar, fue ahí, en la última cena, donde acordaron que Aracely se pronunciara. Su destape fue medido y previsto.
-Dijo Carlos Loret de Mola “extraordinario que lo de Guerrero pasara en Campeche, pero en Guerrero era previsible”. La percepción de que tenemos un estado seguro es notoria.
-Que en su discurso, Ortega Bernés el sábado le contestó a Aureoles entre líneas. “Campeche no es un estado con crisis institucional”.
-Ivonne Ortega está más metida en el proceso de lo que se puede creer, difícilmente se le ve cerca de Beltrones, otro de los naturales al 2018.
Golpe de Timón
