Mujeres, ejemplo de la sociedad y de la cultura financiera

Desde 1975, la Organización Mundial de las Naciones Unidas celebra cada día 8 de Marzo el Día Internacional de la Mujer. Día que promueve la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo de la mujer; reconociendo la lucha plurisecular de la misma por participar en la sociedad en pie de la igualdad con el hombre.

Si bien, en la sociedad actual ya no existen muchas de las antiguas barreras que limitaban a la mujer en su libertad y actuación dentro de la sociedad, aún nos queda mucho por hacer para contribuir a que exista un ambiente de igualdad en derechos y oportunidad entre ambos géneros.

Uno de los campos en lo particular donde queda mucho por hacer, es en la inclusión financiera. Sector donde si bien hay más interacción por parte de la mujer, sigue siendo restringida. Tanto por las limitantes de la mujer en su participación dentro del mercado laboral, el estigma social de permanecer como el “sexo débil”, así como el prevaleciente uso de control económico en la familia (que es también violencia de género).

Sin embargo y a pesar de estas limitantes, hay mujeres que han logrado demostrar que estas barreras pueden ser superadas. Algunas de estas valiosas mujeres las he podido conocer a lo largo de mi actuación profesional como asesor de seguros, y en agradecimiento a la inspiración que me han regalado al compartirme sus historias, quisiera a su vez hacerte partícipe de estos testimonios de vida, éxito, valor y, ¿por qué no?, conocimiento financiero.

Angélica, por ejemplo, es una hermosa y valiosa mujer que encontró a una edad temprana el retiro laboral, y pudiendo dedicarse a vivir de una modesta pensión, decidió iniciar y emprender una pequeña y casera industria chocolatera; la cual ahora exitosamente puede decir que tiene reconocimiento como marca y hoy en día toca las puertas de la exportación.

Marcela, quien a sus jóvenes 29 años tuve el gusto de conocer, teniendo un mundo de oportunidades para gozar su ingreso y vivir despreocupadamente al día, con una mentalidad inusualmente previsora decidió iniciar un proyecto para formar un patrimonio para el futuro; protegiendo su presente y ajustándose a un nivel de vida que le permitiera vivir un presente cómodo y un futuro con abundancia.

Sabrina, un ejemplo de lucha ante la adversidad. A pesar de los retos sociales y económicos que conlleva el ser mujer y madre soltera. Ella decidió además de no renunciar, ejercer libremente algo que nuestra sociedad todavía se esmera por vetar moralmente, su preferencia sexual.

Cecilia, quien como cenicienta empresarial creció desde una pequeñas posiciones en áreas de recursos humanos hasta altos puestos siendo partícipe del liderazgo de una empresa a recibir reconocimientos nacionales. Un día, sin previo aviso enfrentó el infortunio del desempleo. Y pudiendo limitarse a buscar las oportunidades que nuevamente le ofreciera el mercado laboral, decidió tomar la vida por los cuernos e iniciar su propia empresa, la cual hoy está en pleno crecimiento.

Por último le he de platicar de la mujer que me ha enseñado que tener un ahorro siempre es importante, que el administrar los recursos y el uso responsable del crédito van de la mano, y que la importancia de un seguro es sobre todo la protección económica de los demás. Esa mujer (conocida por algunos como Doña Gladys) tengo el gusto de decirles que es mi mamá.

Ojalá tengas más historias como estas que contar y compartir, ya que el hacerlo ayudará a que la brecha social que aún hay entre géneros sea menor y podamos vivir en un ambiente más equitativo y de igualdad.

Si tienes dudas, hazme llegar tus dudas o comentarios a mi correo, que con gusto las responderé. Y si te sirvió esta información, por favor compártela.

¡Ah!… y recuerda, la lana viene y va, pero porque tú la dejas escapar.

¡Hasta la siguiente colaboración!